En la región noroeste de la República Dominicana, la crianza de ganado es una de las principales actividades
económicas, representando una fuente importante de empleo y alimentos para la comunidad. Es un medio de vida
crucial para los productores y productoras de pequeña y mediana escala en múltiples áreas rurales. Sin embargo, la
ganadería en esta región enfrenta varios desafíos significativos que afectan su productividad y sostenibilidad.
Uno de los principales problemas son los eventos de sequía extrema, que han provocado
una disminución en la producción ganadera y han puesto en riesgo el bienestar de los
animales debido a la escasez de agua para garantizar el alimento para el ganado (pasto,
forraje y banco de proteína). La variabilidad climática derivada del Cambio Climático ha
intensificado la frecuencia de dichos eventos impactando negativamente en la
productividad y el rendimiento de los sistemas ganaderos, lo que se traduce en una
reducción de los ingresos de los productores.
Para abordar esta problemática, el Proyecto Comunidades Caribeñas Resilientes utiliza
los modelos silvopastoriles, que combinan la ganadería con la silvicultura y la agricultura,
creando un ecosistema integrado y sostenible. Este sistema de producción no solo
beneficia a los productores, sino que también juega un papel importante en la
conservación de los ecosistemas.
Los sistemas silvopastoriles ofrecen múltiples beneficios: son óptimos para favorecer la diversidad biológica,
proporcionan un equilibrio hídrico en el suelo al retener la humedad, previenen daños provocados por la erosión,
mejoran la calidad del suelo al integrar especies fijadoras de nitrógeno y contribuyen a la captura de carbono
atmosférico, mitigando así los efectos del cambio climático. Su implementación no solo mejora la productividad
ganadera, sino que también protege y restaura los ecosistemas, aseguran
do un futuro más verde y próspero.
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